La opinión de los nadies
Por: Juan Sebastián Arias Palomá.
Los nadies, los hijos de nadie, los dueños de nada
Que no son, aunque sean
Que no hablan idiomas, sino dialectos
Que no profesan religiones, sino supersticiones
Que no hacen arte, sino artesanía
Que no practican cultura, sino folklore
Que no son seres humanos, sino recursos humanos
Que no tiene cara, sino brazos
Que no tienen nombre, sino número
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. Eduardo Galeano
Con los buenos versos de aquel literato uruguayo, Latinoamérica se vierte de múltiples nadies. Aquellos que saben y quieren lo mejor para su entorno, pero que mueren esperando el devenir anhelado. Y nuestra región sur colombiana, no está exenta de dicho suceso. Por eso, en la quincuagésima versión del festival Cinexcusa, conversaron cuatro nadies, que poco o mucho, han vivido y dejado por hacer.
Adonis Tupac, cirujano, habló de su proceso estudiantil de educación superior. Tupac, fue presidente del consejo superior estudiantil de la Surcolombiana por 1997. Periodo donde las bombas reventaban, los paros se extendían por periodos de 3 meses; y el exilio-que casi le toca-era la realidad de cualquier joven que alzaba la voz.
Lo triste es que poco o nada a cambiado. Porque las exigencias de aquellos tiempos, siguiendo las mismas. Agendas programáticas que reclaman: recurso económico, laboratorios para adecuación de espacios académicos, cuerpo docente calificado etc. Es lo mínimo por lo que debería velar el estado cuando de educación pública se trata. Pero ello, lo único que desencadenó, fue la mano dura y oleadas de violencia por la represión policial para los estudiantes que luchan pacíficamente en manifestaciones y bloqueos. Con la vil justificación de vandalismo en sus protestas; siendo el mismo estado el que infiltra su proceder activista para socavar sus propósitos sociales.
Por lo menos ahora tenemos celulares, cámaras y las redes sociales para dar testimonio de las atrocidades históricas que ha cometido el estado.
Ana Patricia Collazos, poeta y gestora cultural, rebobina sobre sus años mozos. Una infancia geográficamente en el sur de Neiva. Donde muchos de esos barrios fueron habitados por campesinos que venían desplazados desde San Antonio de Anaconia, Vegalarga y toda la zona rural que compone al municipio de Neiva. Además, de los territorios afectados por la cruenta violencia de los años 60´.
La estigmatización y rechazo a esos sectores campesinos fue lo más duro que le tocó vivir a Ana. Familias enteras condenadas al destierro que tuvieron que migrar a zonas urbanas para sobrevivir, fenómeno vigente un par de décadas después. Lo positivo, fueron los vínculos y tejidos entre las comunidades afectadas y los pobladores de las periferias. La unanimidad de sectores rezagados por distintas realidades permitió la consolidación de las primeras juntas de acción comunal. Aquel esfuerzo para construir la escuela del barrio, el hospital de acceso, el remplazo de la placa huella a la calle, la vivienda en vez del bareque, consumaron lo que hoy en día conocemos como la comuna 6 de Neiva. ¡Qué gran lucha social!
Por otro lado, el hecho del nombre de Vladimir Salazar ya es un acto de resistencia. Nombre que evoca a Vladimir Lenin, líder de la revolución bolchevique en Rusia. Nacido en el ala de izquierda, por el liderazgo innato de su padre en tiempos de radicalismos infundados, por movimientos como el EPL, que, en su momento, participó en tales filas.
Realidades que lo hicieron participar en años párvulos en colectivos como la JUCO. Pero esa misma precocidad social, lo desencantó tiempo después. Llevándolo a sectores lejanos con los que se formó. Pero, sobre todo, sintiéndose apático por el devenir de los tiempos y sus liderazgos de pacotilla que más que resolver afugias, incendian la casa común.
Por eso siempre voto en blanco. Porque los que creo que pueden hacer las cosas bien, nunca gobiernan.
Vladimir concuerda entonces con Luis Fernando Pacheco, abogado y gestor de paz; en que otra lucha social tiene que ver con la transparencia en las instituciones públicas.
Lucha que no han venido de la calle sino de lo burocrático. Pero que viene siendo campal ese enfrentamiento de David contra Goliat para salvaguardar el erario. Porque salvaguardar los recursos públicos para su proceder adecuado en proyectos de educación calificada, salud digna, vivienda social, calidad de vida etc. sucumbe en las arcas de la corrupción de los “lÍderes” que se hacen elegir cómo los adalides de la patria.
En conclusión, hay divergentes pensamientos, ideologías y sistemas económicos que defendemos a capa y espada. Lo bueno, es que la gran mayoría convergimos en las causas sociales. Ya que a todos nos gustaría erradicar la pobreza y desigualdad. Acabar el hambre y la violencia. Y Garantizar calidad de vida en todos los rincones del mundo.
Por eso, las causas sociales se legitiman más con el correr de los días. El fungir del político desenmascara una pantomima para la sobrevivencia de las élites y el pensar distinto para construir todos juntos, es la reivindicación del feminismo, animalismo, medio ambiente, campesinado, indígenas, comunidad LGTBI; y todos los sectores sociales que fueron silenciado por años.
A las luchas sociales les debe seguir la negociación. Los cambios siempre serán graduales y paulatinos. Como decía Descartes: Pienso, luego existo.
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Tenemos ganadores de la competencia nacional de cortometrajes 2020
Los jurados de la Competencia Nacional de Cortometrajes, Jerónimo León Rivera, Augusto Federico Bernal y Diego Rojas Romero, determinaron que el ganador en la categoría documental es el corto “Diario en cuarentena Islanada/2030” dirigido por Yeisol Goyes; mientras que en la categoría ficción el ganador designado fue “5500 SOLES” de Camila Tolosa. Cada cortometraje ganador es merecedor de un millón de pesos mcte (1.000.000).
Sólo 14 de los más de 136 trabajos audiovisuales entre ficción y documental inscritos hicieron parte de la Selección Oficial de este año: 7 en la categoría ficción y 7 en la documental. Luego de quedar en dicha selección los jurados establecieron los dos cortometrajes ganadores. “Diario en cuarentena Islanada/2030” de Nariño y “5500 SOLES” de Cundinamarca.
“Diario en cuarentena Islanada/2030”, se destaca su condición hibrida en lo que ha géneros se refiere, para ofrecer una exploración experimental, audaz y laboriosa. Traza una estructura narrativa clara y eficaz, y ofrece un relato perturbador para los tiempos que corren. La voz colectiva que figura tras la pieza llama positivamente la atención. “5500 SOLES”, la historia hace gala de una gran experimentación audiovisual y narrativa. Aprovecha muy bien la locación, y la potencia con una cuidadosa fotografía y montaje eficaz, en un trabajo riguroso de desarrollo audiovisual. Se destaca su puesta en escena, la actuación de la protagonista y la propuesta de dirección.
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Jon Lee Anderson: “No escribo novelas, la realidad me basta”
Jon Lee Anderson es un periodista consagrado. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo (antes Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), ha escrito infinidad de artículos, crónicas e investigaciones periodísticas sobre américa latina y áfrica.
Por Gustavo Patiño
La estampida del horror
Así lo afirma Jon Lee cuando compara la época en la que Joseph Conrad escribió ‘El corazón de las tinieblas’ “es una obra que un poco nos marca como faro emblemático literario pero también histórico en torno a ese horror que significó en su momento más extremo esa estampida de parte de los poderes coloniales europeos para áfrica, que incluyó en el caso del Congo del rey el Leopoldo de Bélgica la masacre de millones de seres humanos en aras de conseguir el caucho que era como el narco de su época y también en marfil. El libro llega a representar el alma podrida del que se cree civilizado. En ‘el corazón de las tinieblas’ Conrad nos muestra cómo un ser civilizado, en lo que supuestamente es el salvajismo de áfrica, toca fondo y vemos su alma también negra”.
Como asegura Anderson, esa miseria llevada por los gobiernos coloniales al Congo no se ha ido y, actualmente, este territorio sigue sufriendo las consecuencias, “los belgas creen, en un alto porcentaje, que el rey Leopoldo era bonachón y que lo que hizo para el Congo fue virtuoso, claro, estamos hablando de la época de las Fake News, pero luego vemos lo que han dicho los estudios socio científicos que demuestran que Leopoldo probablemente terminó con las vidas de diez millones de seres humanos. Y el Congo probablemente es el lugar más fracasado en la faz de la tierra. Desde que se independizó ha sido un lugar de los belgas, el presidente asesinado por los belgas, Lumumba también, en los últimos 20 años han muerto otros cinco millones de personas y hoy en día es el lugar de otra estampida por la extracción de materiales para la elaboración de aparatos electrónicos, el oro, lo que tú quieras y nadie dice nada. Todavía estamos en la época de Conrad”.
Una historia honesta y consecuente
Es así que el periodista estadounidense asegura que es fundamental que conozcamos y nos reconozcamos en la historia de manera crítica, entendiendo que lo que sucede hoy en EEUU y los países de América Latina, es resultado de todo lo ocurrido hace 150 años, “nos corresponde saber bien la historia, tener una historia honesta y consecuente que no nos esté insultando la inteligencia, que no sea propagandística y que no sirva a los intereses de grupos pequeños. Es muy importante que todos tengamos claro cuál es nuestra historia y sabiendo eso y cuáles son las desigualdades propias de nuestras sociedades, deberíamos afrontarlos como gente honesta y con cierto coraje. Si hacemos eso, caminaremos por un sendero mucho más virtuoso que la del perjuicio, el desdén y la impostura”.
Así mismo, señala que es importante que la ciudadanía esté consciente de la importancia de los líderes, estos son el reflejo de lo que son como país, “nuestro hemisferio, en Colombia, EEUU, El Salvador y Brasil, han sufrido la irrupción en escena de líderes mandatarios populistas que vienen con una suerte de desdén y muchos prejuicios hacia la verdad histórica de sus países, quieren imponer un relato que no es el verdadero para así favorecer a determinados intereses, sobre todo comerciales o materiales, y arrasar con los reclamos que hay, reclamos que son el resultado de que no ha habido un día de juicio honesto, por ejemplo en nuestra querida España hasta hoy en día, 80 años después de la guerra civil española, de poner bien el asunto porque en la paz que hubo en España fue la paz de los vencedores, obligaron a los demás a callar y todavía, casi un siglo después, ese país está plagado de fantasmas”.
Las explosiones por venir
Es entonces cómo los reclamos sociales que desde el año pasado se han venido viviendo y que pese a la pandemia y el confinamiento siguen brotando como resultado de las injusticias, “porque vivimos en sociedades muy desiguales en donde el Estado de Derecho no ha cuajado, hay mucha injusticia, esto no es una declaración política es una observación fáctica, así lo notamos, incluye los términos si antes siempre había una tendencia de obviar o reservar un espacio privilegiado para EEUU ya no, en épocas de Trump vemos que ese país tiene tantas flaquezas. Estamos en una en una época algo surreal, en donde todo esto está ocurriendo delante de nuestros ojos, pero en donde tenemos muchas advertencias de explosiones por venir, no tienen que ser insurrecciones, no tienen que ser alzamientos armados, pero son los reclamos en muchos casos justos de grandes porcentajes de la población y sobre todo de las juventudes que anhelan, añoran y reclaman un futuro mejor de los que están ocupando el poder les están ofreciendo”.
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Cine colombiano: una mirada desde la dirección de fotografía
Sofía Oggioni, bióloga y directora de fotografía estuvo en Cinexcusa para hablar de las posibilidades estéticas de la luz. La charla estuvo a cargo de Diego Rojas, crítico de cine y padrino intelectual del Festival.
Por María Jimena Bello-Martínez
Sofía Oggioni es de origen libanés, hija de inmigrantes eres oriunda de Cali. Ha participado en la producción de El vuelco del cangrejo, (2010); La sirga (2012); Los hongos (2014); Niña errante (2018); y fue asistente de fotografía en El rey (2004) y en La historia del baúl rosado (2005).
Como directora de fotografía y de cámara, Sofía es artista de la luz “al principio yo me sentía como una pintora frustrada, quería el talento que tienen los pintores para hacer esas obras de arte tan bonitas. Pero luego descubrí que con la cámara se dan pinceladas bien sean sutiles, dramáticas, bruscas o suaves. La luz es un elemento con el que tú puedes pintar, es mezcla entre la ciencia y el arte porque tu materia prima simplemente son ondas de luz”, Sofía.
Relación con la cámara
“La cámara es una forma de escribir es la última escritura que se hace del guion. Es saber qué se deja por fuera, qué es bueno, qué es muy bonito o no; y además adicionaría que también uno tiene es un pequeño papel de psicólogo porque debe entender cómo tu director quiere ver su historia”, Oggioni.
La selva mexicana
El último trabajo de Sofía es un largometraje mexicano en coproducción con Colombia La selva trágica (2020) de Yulene Olaizola que pasó por el Festival de Venecia.
Al respecto, Diego Rojas señaló que “en México en selva es un equivalente a nuestra Vorágine, vemos a Sofía en unos aditamentos construidos a partir de Juncos, bejucos y guaduas para apoyar sus cámaras; realmente en toda una expedición”
Pero Sofía le quita romanticismo a la escena descrita por Diego: “Este rodaje realmente no fue así salvaje; de alguna manera incluso en el Amazonas hay más peligro. Aunque selva maya muy agresiva contamos con la ayuda de los locales. Ellos atrapan las serpientes y se las llevaban, cortaban las plantas urticarias para que nadie se hiciera daño. También teníamos comodidades como baños, buena comida”.
Lo fílmico, lo digital
“Creo que cuando empezó el cine digital, si eran mejor los tiempos pasados porque las cámaras eran muy limitadas. Tuve una experiencia en un rodaje con Rubén Mendoza en La Niña Errante. Estaba haciendo tanto calor que pusimos un pequeño ventilador detrás de la cámara como para evitar que se fuera a recalentar. Yo empecé a rodar y se nos olvidó apagar el ventilador, era un exterior. Luego todo quedó en silencio y yo empecé a oír este motorcito similar al ruido de una cámara de cine. Hasta sentí un poquito del olor químico del negativo cuando cierras la cámara. Hice flashback”, contó Sofía.
La memora fílmica
“La memoria es efímera en algún momento se borra. Esculturas de hace miles y miles de años han desaparecido por deterioro, por el fuego o las catástrofes. Nosotros no vamos a durar para siempre, un rollo, un archivo digital tampoco”.
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El jazz: la lucha melódica
El invitado extranjero Lionel Forzati estuvo en la versión 15o del Cinexcusa para hablar de jazz y las luchas sociales. El investigador y melómano se considera un hombre incompleto por culpa de su frustración para ejecutar el jazz.
Por María Jimena Bello-Martínez
Lionel Forzati tiene formación en Literatura Española y Latinoamericana. Su labor académica está enfocada en la investigación de la identidad en el jazz y la negación de lo afro en las auto-representaciones de los músicos.
Cabe recordar que en 1917 se realizó la primera grabación de jazz Livery Stable Blues en Nueva Orleans, desde entonces, en “las notas del jazz suenan en el conflicto de clases y lo masivo siempre ha querido silenciar estas condiciones; sin embargo, el jazz se tornó solidario con el movimiento obrero y en contra de la segregación racial. Trompones y saxofones acompañaban las protestas”. Dijo Lionel.
De lo popular a lo masivo
Con palabras precisas Forzati tocó este tema. “De los algodonarios hasta los clubes, el jazz fue la música rebelde que resistió a las condiciones comerciales. En los puestos de trabajo miles jornaleros no podían estar a salvo del profundo y melancólico recuerdo de la música a africana”.
Además, Lionel Forzati le dijo a su público que “en las horas de trabajo, el jazz servía para dar sentido a las luchas y las resistencias, Asimismo, ante la explotación laboral, muchos afroamericanos buscaron refugio en el cristianismo, y entonces, ya no solo se cantaba en el trabajo sino en los lugares religiosos. Fue el tiempo del Spirituals”
Por otro lado, “la fusión entre cantos, spirituals, baladas y formas de presión popular, y también de la presencia del inmigrante europeo se dio forma al Ragtime, que se bailaba para mofarse de los amos”, Forzati.
Salones de jazz
Eran días de Bebop Jazz o jazz tradicional. A mediados de los años 20, el Cotton Club era conocido por expresar el racismo, pues “tenían músicos negros y blancos pero le negaban la entrada al público negro” señaló Forzati.
Luego en los años 30, The Savoy Ballroom permitía la entrada de públicos de todas las razas. Forzati recordó que “el jazz es un género complejo y completamente único igual que su trasformación desde las primeras décadas donde estuvo relegado de las tabernas y burdeles. También surgen las preferencias del público por las armonías y los ritmos menos aptos para bailar”.
Segunda guerra mundial
“La guerra sepultó a las grandes orquestas, aumentaron los impuestos a los salones de baile durante el conflicto y se hizo imposible el pago de los músicos. Contradictoriamente, la música hecha por negros y, también por blancos, solo rendía ganancias a los blancos. En la producción de la música al servicio de las luchas se omiten unos (los negros) y se divulgan otros (los blancos)” Forzati.
Free Jazz
En el tiempo de los asesinatos de Martin Luther King o MALCOM X surgió una actitud crítica contra el sistema del Tío Sam. “Vemos a Louis Armstrong en un concierto gritándole al gobierno —pueden irse al infierno—. El asesinato de George Floyd también ha generado una transformación en las artes y en la vida misma de los días actuales. Morirse no es lo mismo que decir —lo mataron—” señalo Forzati.
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Seguridad estatal, la falsa percepción
Por: Juan Sebastián Arias Palomá.
El estatuto de seguridad nacional a estigmatizado la protesta social y el derecho a exigir transformaciones profundas cuando se necesitan. Cualquier tipo de manifestación pública por diversa y pertinente que sea, termina reprimida por la fuerza del estado. Con sevicia se deslegitima el derecho a tolerar y respetar la opinión del otro. Convirtiéndolo en el enemigo de “izquierda”, “comunista”, “vándalo”; en fin, el enemigo interno. Afirma David Bernal, sociólogo.
Con la constitución del 91’ vemos como la ley 30 de educación superior se convirtió en un servicio prácticamente privado que impuso la calidad del resultado final; en vez del proceso para obtener esos resultados. Previo a ello, vino la desfinanciación de las universidades públicas. Promoviendo mayor injerencia y participación de los diversos actores sociales que la convergen en los escenarios de consejos universitarios para recuperar autonomía y democracia en sus dinámicas académicas. Comenta David Bernal.
¿Cómo se involucra uno en los procesos de luchas estudiantiles y sociales?
En el caso de Humberto Perdomo, estudiante de ciencia política de la Universidad Surcolombiana; su proceso formativo inicio en la Normal Superior de Neiva. Escenario académico donde empiezas adquirir mayor conciencia, sentido de análisis y reconocimiento de las diferentes dinámicas de la realidad política, económica, social y cultural del país.
De igual modo, la influencia de hechos históricos nacionales como el proceso de paz de la Habana y las movilizaciones de la Mane, forman un carácter de persistencia social. Estas, se consolidan en capacidades de relacionarse con el entorno. Y así, fue que me decidí a estudiar ciencia política en la Universidad Surcolombiana.
Donde vives los procesos estudiantiles más de cerca. Y Revalúas la necesidad inminente de reivindicación de los sectores sociales afectados por las políticas de estado. Siendo la participación y organización de paros, huelgas y manifestaciones la hoja de ruta para conseguir justicia. Ejemplo de ello al exigir docentes de calidad para el programa de ciencia política en el 2018, y lo logramos. Y así una sumatoria de triunfos y derrotas que han forjado el carácter cívico que nos caracteriza al equipo que conseguimos la representación estudiantil en el consejo superior universitario. Y la huelga de hambre del presente 2020 con el gobierno seccional que sirvió para garantizar la matricula cero a todos los estudiantes de la Universidad Surcolombiana afectados económicamente por la pandemia del Covid-19.
Por el lado Paula Albarracín, colega de ciencia política de Humberto de la Universidad Surcolombiana, su proceso estudiantil ha sido desde lo organizativo. Paula, ha trabajado con el movimiento estudiantil al integrarse con la Asociación Nacional de Estudiantes de Secundaria mientras cursaba sus estudios de educación media. Además, de la influencia activista que han tenido mis padres desde sus procesos como estudiantes hasta sus vigentes legados como educadores.
Permitiendo ilustrarme en áreas operativas de las luchas sociales para contribuir en escenarios como el Parlamento juvenil del Mercosur con asociación del Ministerio de Educación Nacional. Participando en discusiones álgidas y transformando realidades adversas por las dinámicas leoninas al ser parte del consejo superior estudiantil con el roll de tesorera.
Así mismo, el movimiento estudiantil ha logrado alcanzar los picos de movilización más fuertes en la historia de nuestro país. Sumando a múltiples sectores de la sociedad que luchan por la paz, medio ambiente, genero, etc. Articulado a la discusión de una agenda amplia que permita que los sectores sociales de diversas latitudes y dinámicas están siendo reparadas y reivindicadas.
El papel de exigirle al estado que garantice la calidad de vida de todos los sectores sociales que desarrollan este país. A través de políticas públicas de inclusión y reparación. Reivindicando las luchas campesinas, indígenas, transportadores, género, etc, que se han librado por más de 40 años.
Por último, acompañar, articular y fortalecer las organizaciones internamente, con diferentes plataformas. Qué cada órgano contemple la dignificación de género, raza, etnia, estrato, medio ambiente, educación, salud, paz, etc. Y así, tendremos la herramienta idónea para que el estado no basile más con las deudas históricas.
Las agendas sociales siempre coinciden con alguna problemática; converjamos y manos a la obra. Paula Albarracín
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Héctor Abad Faciolince: la memoria persistente
Escuchar a Héctor Abad Faciolince, es escuchar a la permanente persistencia de la memoria, a un hijo que amó tanto a su padre que dedicó un libro para relatar la vida de este desde sus ojos. En una conversación íntima con Winston Manrique, Héctor Abad habla de su visión sobre la vida, de la vida de su padre y de la vida misma.
Por Gustavo Patiño
La peste perpetua
Cuando fue abordado sobre su novela ‘Lo que fue presente’, Abad Faciolince habló sobre la epidemia de la violencia en Colombia: “en esa novela se dice que afuera en la ciudad está la peste, en ese momento que hace encerrar a las personas en sus casas, en el espacio íntimo, es la peste de la violencia y mi papá veía la violencia y la violencia en Colombia como un tema epidemiológico, por eso los protagonistas de esta novela se encierran a vivir, a quererse, a tener sexo, a hablar del amor, a hablar de las cosas buenas de la vida, mientras afuera impera y empeora la peste de la violencia, que nos llevó en Medellín en los años 80 y 90 a mucho encierro, un encierro de miedo el encierro de protección”.
Sin embargo, y aunque ahora vivimos en medio de una epidemia por el Covid, esa epidemia de la violencia no ha cesado, “también tenemos ahora de nuevo un recrudecimiento de la violencia, asesinato de los estudiantes que protestan porque la policía es muy violenta en Bogotá, disparos directos de la policía hacia los manifestantes, muchachos que se caen muertos, asesinados entonces a la peste del Covid se une en nuestra vieja peste de la violencia”.
‘Toca salir y gritar’
Esa epidemia de la violencia que ha persistido en nuestro país hace que, por más que el escritor quiera desconectarse y refugiarse en la cultura y la literatura, salga y de un grito, “eso me llevó también hace una semana o dos a escribir como muy desengañado sobre Colombia definiéndola mala morada del mundo. Yo no quisiera hablar de la violencia no quisiera hablar de política no quisiera hablar casi nunca de la actualidad a mí me gustaría mucho más tener una columna cultural literaria, pero a veces aquí la realidad colombiana te da unos guarapazos en la cabeza con bates y dices no puedo no decir algo, no puedo quedarme callado, que te toca salir y por lo menos pegar un grito y decir no puede ser que este país caiga en sus mismas enfermedades”.
La Realidad me dio la historia más dura
Héctor Abad reconoce que desde siempre quiso ser escritor y, gracias a lo enseñado por su madre, fue siempre muy persistente en ello, pero fue la realidad la que le dio la historia más dura, la de su padre, la que más lectores le dio, un documental y ahora una película, “a pesar de muchos fracasos y de muchos golpes he seguido haciendo lo mismo, he sido fiel a una obsesión por la edición, contar historias, encontrar en la realidad historias que valgan la pena, que se cuenten después, pero la realidad me dio la historia más dura que es la del asesinato de mi papá, yo hubiera preferido que la realidad no me diera nunca esa historia, de hecho durante 20 años solo fui capaz ver esa historia como una fábula o como una leyenda, pero después fue el libro que más lectores me dio y que luego me dio un documental con mi hija y ahora llega la película”.
Igualmente, el audiolibro se le convirtió en un volver a repasar esa historia, “lo que yo veía cuando era niño: cuatro hermanas mayores mi papá y mi mamá, un montón de viejas y mi papá de viaje, eso era yo, un niño que miraba atónito al señor y a las mujeres y esta es la imagen con que yo empiezo el libro y es por lo que era mi casa, a un montón de mujeres, había una monja, empleadas del servicio, había una que había sido niñera de mi mamá que era una viejita y mi papá que se iba de viaje muchas veces a Asia, a países lejanos a trabajar en la Organización Mundial de la Salud, en estos problemas ahora tan actuales. Entonces era ese ser entre un montón de faldas, animado, pero también atónito y apabullado por ese mujerío maravilloso que me enseñaron a hablar ya escribir y yo cuando yo escribo trato de escribir como hablan mis hermanas”.
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Del basta ya, al nunca más
Roberto Herrscher, director de la carrera de periodismo de la Universidad Alberto Hurtado de Chile compartió siete pasos importantes para decir “¡Basta ya!” y “Nunca más”.
Por María Jimena Bello-Martínez
Herrscher es argentino, trabajó para la Deutsche Welley y actualmente vive en Chile. Hace unos años, su amiga y periodista Maryluz Vallejo le mostró el informe “¡Basta ya!” (Colombia) y “Nunca más” (Argentina), doceumtnos que relatan los crimines y desaparición estos países.
A continuación, siete pasos para construir un país vivible y las respectivas obras recomendadas:
Paso 1: Gritar “¡Basta ya!”
Denuncia, noticia, fotos, vídeos, documentos. “Basta de matar, “desaparecer”, amenazar, crear terror, acallar, ocultar pruebas. Colombia todavía está sumida en un mundo de crímines y de muerte”, Herrscher.
Publicación: Operación Masacre de Rodolfo Walsh (1957), padre de la novela de no ficción.
Paso 2: Memoria
Testimonios, entrevista, reflexión. “Es importante que haya un mínimo de seguridad para contar la memoria y así constituir el camino hacia un país vivible”, Herrscher.
Publicación: La noche de Tlatelolco (1957) de Elena Poniatowska
Paso 3: Verdad
Investigación de datos, periodismo narrativo y literario. Saber qué pasó, dónde cuándo, quién lo hizo, quién lo permitió, cuáles eran las víctimas directas e indirectas, cómo pasó y por qué sucedió.
“La verdad es incómoda para el poder. Si no hay incomodidad entonces se trata de relaciones públicas. No significa que todo periodismo deba causa este efecto, pero si debe ser así si se habla de violaciones a derechos humanos, corrupción, masacres”, Herrscher.
Publicación: La Vida secreta literaria de Augusto Pinochet (2013), Juan Cristóbal Peña.
Paso 4: Justicia, juicio y camino.
Requiere de voluntad política, leyes, acusaciones, periodismo judicial y manejo de documentos. “Tuve la oportunidad de ver los juicios militares en Argentina”, Herrscher.
Publicación: El arte del asesinato político (2009), Francisco Goldman.
Paso 5: Justicia, reparación y resarcimiento
Crónica, ensayos. Informes. “Muchas veces la sociedad cree que las víctimas están ahí por dinero”, Herrscher.
Publicaciones: Los Escogidos (2012), Patricia Nieto; Frutos Extraños (2000), Leila Guerriero
Paso 6: (Re) conciliación (Re) construcción
Reconocer al otro, reparar respetar. Crónicas. “Es el momento donde se puede pensar en el futuro, en un construir una sociedad vivible”, Herrscher.
Publicaciones: El factor humano (2008), John Carlin.
Paso Nunca mas
“Es importante convocar todas las formas de contar, todas las artes. Ernesto Sábato con su prólogo en Nunca Más. Otros escritores de Latinoamérica también han aportado desde sus obras: Julio Cortázar, Gioconda Belli, como para mencionar algunos. Por supuesto, son muchas las voces que han dicho —Nunca más—”, Herrscher.
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Narrativas de un país variopinto
Por: Juan Sebastián Arias Palomá.
Las recientes manifestaciones, huelgas de hambre, movilizaciones, mingas indígenas, comerciantes y sector salud frente a la pandemia etc., Visibilizan una agenda programática estructurada, pero huérfana de connacionales unidos por ese bien común. Ya decía el libertador en su momento: “Cada uno piensa y actúa como una república independiente”.
Qué mejor óptica para analizar la realidad diversa de nuestro país que la de Karim Ganem Maloof, editor de la revista El Malpensante. Y de Omar Rincón, periodista y columnista del periódico El Tiempo, para los 15 años del festival Cinexcusa:
Según Karim, la pandemia sirvió como caldo de cultivo. La sociedad colombiana ya venía con un descontento social- que estaba en pausa por el covid- pero que retornar a las calles para exigir el cumplimiento de una agenda programática de diversos sectores, ya no da espera. Ya que en el presente 2020 se han encrudecido las vicisitudes de todos los sectores y regiones del país.
El declive económico por carencia estatal en garantizar una renta básica universal disparó la precarización laboral. No obstante, frente a las justas causas y exigencias de la población civil, el estado actuó con mano dura rebobinando la represión que se usó en los años de la violencia y el bipartidismo. Sumándole, el desgobierno por la presente medida sanitaria al alza de los intereses monetarios que conlleva la ley 100 y precarización de la salud; junto al aumento desmesurado de líderes sociales asesinados a lo largo y ancho del territorio colombiano.
En lo personal, Karim, creció en el pacífico y atlántico colombiano. Y eso lo llevó a sentir una visión abrumadora de lo que representa la izquierda, las luchas sociales, lo correcto e incorrecto y, sobre todo, lo ético desde la perspectiva de nuestros entornos.
Karim, con una barba prolongada que toca la solapa de su camiseta y robusta como las selvas de nuestro país; es analizado de manera distinta en las provincias cómo en el interior de la nación. Sea por cosmopolita y bohemia los espacios que propicia la capital, le asocian como hípster. En cambio, en las regiones dispersas del ajetreo de la globalización, se le juzga y confunde con ser parte de un movimiento armado.
La violencia está tan vigente en los campos y territorios colombianos que cualquier rasgo que vaya en contravía de lo políticamente correcto, pone en riesgo la estabilidad mental de habitantes rurales que sobreviven del campo; más no viven de él. Por eso, Karim, de dedica a entender, analizar y reflexionar, más que buscar verdades absolutas que son las que no han dejado progresar a nuestro país.
El gobierno está siempre mirando como vender su información. La comunicación finalmente es lo que se critica, el roll de los medios. Su brazo militar y comunicacional es tremendo.
Para Omar, este gobierno es tan indolente que perdió la oportunidad de autocriticarse y reflexionar para encontrar otro camino. La pandemia hizo que Duque ganara capital política a través de falsas ayudas humanitarias en el marco de la salubridad; pero debilitando todas las exigencias que demanda cada cartera de su gabinete. Por ende, las marchas van a volver más recargadas encarando a un gobierno que demostró que no le interesa para nada sus ciudadanos. ¡Tecnócratas a fin de cuentas!
¡Otro triunfo de estos gobiernos tradicionales y estamos perdidos!
Omar piensa que vamos de mal en peor con un estado represivo de la magnitud de comienzos de siglo XX. Aquel que instauró estado de sitio y condenó a la muerte a cualquiera que pensara diferente a ellos, los oligarcas. Tal cómo pasó en plena luz del día con el general Rafael Uribe Uribe o el caudillo Jorge Eliecer Gaitán por exigir garantías para una vida digna en Colombia. Pero no, llegó la represión. Agónico régimen estatal que ha graduado a sus policías de torturadores durante la pandemia del covid-19. Porque todo el que piense indistinto al gobierno, forma parte de la contrainteligencia militar al ser considerados: “unos vándalos”. Menciona Omar Rincón.
El sujeto político joven esta enervado.
Pero no todo es negro. Hay que entender estas realidades para transformarlas. Y eso exactamente es lo que está haciendo el sujeto político joven. Bajándose de los radicalismos de buenos y malos. De la envidia del que tiene más que el otro y que a pesar de ser tan diversos socialmente hablando, todos somos colombianos y tenemos en común la gran mayoría de necesidades a resolver y mejorar.
El país debe seguir cambiando mentalmente. Ser bastardo. Moverse de un campo a otro. Romper los moldes. Reflexionar el sujeto interno. Y cambiar la cultura del despilfarro. Y tomar como ejemplo más reciente en Latinoamérica y el mundo, las luchas feministas. Qué aparentemente, están logrando su objetivo común.
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Trolls: la culpa no es del chancho, sino del que lo alimenta
¿Qué tienen qué ver las redes sociales en la polarización? Lucas Malaspina expuso al Cinexcusa, a partir de la película polaca The Hater y desde un análisis como consultor en comunicación política, cómo la vida virtual al ser una extensión de la vida física, influye en la política.
Por Gustavo Patiño
The Hater, como lo afirma Malaspina, logra poner de relieve la discusión sobre la fe y la manipulación de la opinión pública a partir de los ‘boots’ y los ‘trolls’ o perfiles falsos en las redes sociales, “pone de relieve un poco cómo funcionan algunas de estas máquinas de generación de odio en las redes sociales”.
“El odio y la apropiación de mensajes de odio en la búsqueda sistemática de la desacreditación de la imagen de organizaciones, es algo que no es exclusivo de la política y aunque The Hater no lo trata específicamente, esto es una primera observación relevante que me parece para poder entender un poco de qué va este este nuevo cuadro tóxico que observamos hace ya varios años”, afirma el consultor en comunicaciones argentino.
Malaspina niega que la manipulación de la población a partir de mensajes de odio y falsos sea algo que haya surgido con las redes sociales, “eso es algo muy importante para tener presente porque detrás de lo que tiene que ver con esta discusión sobre el rol de las redes sociales en la opinión pública y su conexión con la manipulación de las noticias falsas, etc. hay también intereses de otros lados que son significativos y que no podemos desatender”.
Ya existía
Según Lucas Malaspina, es un tipo de operación mediática que data de hace mucho tiempo, “para tomar un ejemplo histórico podemos recordar los cobros en la Rusia zarista que fueron impulsados a partir de un mensaje creado artificiosamente, un llamado protocolo de los sabios que buscaba hacer creer a los habitantes de Rusia que los judíos querían perjudicar los intereses de los nativos”.
Lo que sucede con las redes sociales, es que éstas tienen una capacidad mucho más alta en la propagación de este tipo de mensajes de manipulación y han minado el poder de los medios de comunicación tradicionales para incidir en la población, “los medios de comunicación ya lo estaban haciendo, solo que ahora se utilizan casos como el del Brexit o la elección de Trump, donde se ha denunciado fuertemente la responsabilidad de las redes sociales en la polarización de la sociedad a partir de las fake news y el uso que Cambridge Analitycs realizó de ellas para segmentar a la población a través del Big Data y, de esta manera, generar la polarización que le permitiera a Trump ganar las elecciones contra Hilary. Entonces no podemos más que sorprendernos cuando los medios de comunicación tradicionales, que son los que siempre han hecho este tipo de campañas, sean los que denuncian esto”.
Ecosistemas polarizadores
En cuanto a los trolls, Malaspina señala que ya todos los usuarios de las redes sociales hemos sabido identificar los perfiles falsos cuando realizan comentarios negativos y reconoce que hay momentos en los que nosotros mismos nos convertimos en trolls, lo que tiene importancia según el profesional de las comunicaciones es cómo estos y las redes sociales son determinantes en la creación de ecosistemas que generan la polarización frente a un tema, campaña o personaje público, “uno no puede atribuirle la responsabilidad, al menos en nuestra visión, de la destrucción de la democracia, de la polarización política, que tiene causas mucho más profundas y que en realidad si uno asumiera de ciertas visiones que se desarrollan a partir de estos análisis que consideramos simplistas, estaríamos dejando de lado un montón de otras causas que son muy importantes justamente para quienes participan en los movimientos sociales, en las luchas sociales y que no pueden simplemente reducirlas a las redes. Diciéndolo de una manera coloquial: la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer. La culpa no es del troll, sino del que le da de comer”.
Nuestro sesgo cognitivo
La potencia de las fake news está, afirma Malaspina, en el sesgo cognitivo pues “los sesgos cognitivos son atajos mentales que evolutivamente han sido útiles porque nos han permitido tomar decisiones de forma más rápida, es decir llenamos el vacío de contenido en nuestra información completamos con prejuicios y con creencias previas para poder resolver cosas en nuestra vida cotidiana y en la medida en que el contenido poder que nos topamos confirma estas creencias previas llenamos ese vacío de información lo completamos con estos prejuicios y entonces nos vemos más motivados a compartirlo en las redes sociales producto de que además esto no genera la satisfacción de tener razón”, es por esto que las fake news deben apalancarse en una población muy robusta, con muchos prejuicios comunes.
Entonces, es aquí donde el ponente señala la importancia de que, quienes adelantan las luchas sociales tengan muy en cuenta cómo el marketing, porque es una forma de marketing, desarrolla estos ecosistemas, “los luchadores sociales deben tener en cuenta esto para que los mensajes no terminen diluyéndose, pues la comunicación es parte de la política, no son cosas separadas y por lo tanto se necesita realzar y volver a poner en primer lugar la cuestión del programa, es decir, el estudio de la correlación de fuerzas para el poder intentar desarrollar los objetivos que se propongan”.
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