Jon Lee Anderson: “No escribo novelas, la realidad me basta”
Jon Lee Anderson es un periodista consagrado. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo (antes Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), ha escrito infinidad de artículos, crónicas e investigaciones periodísticas sobre américa latina y áfrica.
Por Gustavo Patiño
La estampida del horror
Así lo afirma Jon Lee cuando compara la época en la que Joseph Conrad escribió ‘El corazón de las tinieblas’ “es una obra que un poco nos marca como faro emblemático literario pero también histórico en torno a ese horror que significó en su momento más extremo esa estampida de parte de los poderes coloniales europeos para áfrica, que incluyó en el caso del Congo del rey el Leopoldo de Bélgica la masacre de millones de seres humanos en aras de conseguir el caucho que era como el narco de su época y también en marfil. El libro llega a representar el alma podrida del que se cree civilizado. En ‘el corazón de las tinieblas’ Conrad nos muestra cómo un ser civilizado, en lo que supuestamente es el salvajismo de áfrica, toca fondo y vemos su alma también negra”.
Como asegura Anderson, esa miseria llevada por los gobiernos coloniales al Congo no se ha ido y, actualmente, este territorio sigue sufriendo las consecuencias, “los belgas creen, en un alto porcentaje, que el rey Leopoldo era bonachón y que lo que hizo para el Congo fue virtuoso, claro, estamos hablando de la época de las Fake News, pero luego vemos lo que han dicho los estudios socio científicos que demuestran que Leopoldo probablemente terminó con las vidas de diez millones de seres humanos. Y el Congo probablemente es el lugar más fracasado en la faz de la tierra. Desde que se independizó ha sido un lugar de los belgas, el presidente asesinado por los belgas, Lumumba también, en los últimos 20 años han muerto otros cinco millones de personas y hoy en día es el lugar de otra estampida por la extracción de materiales para la elaboración de aparatos electrónicos, el oro, lo que tú quieras y nadie dice nada. Todavía estamos en la época de Conrad”.
Una historia honesta y consecuente
Es así que el periodista estadounidense asegura que es fundamental que conozcamos y nos reconozcamos en la historia de manera crítica, entendiendo que lo que sucede hoy en EEUU y los países de América Latina, es resultado de todo lo ocurrido hace 150 años, “nos corresponde saber bien la historia, tener una historia honesta y consecuente que no nos esté insultando la inteligencia, que no sea propagandística y que no sirva a los intereses de grupos pequeños. Es muy importante que todos tengamos claro cuál es nuestra historia y sabiendo eso y cuáles son las desigualdades propias de nuestras sociedades, deberíamos afrontarlos como gente honesta y con cierto coraje. Si hacemos eso, caminaremos por un sendero mucho más virtuoso que la del perjuicio, el desdén y la impostura”.
Así mismo, señala que es importante que la ciudadanía esté consciente de la importancia de los líderes, estos son el reflejo de lo que son como país, “nuestro hemisferio, en Colombia, EEUU, El Salvador y Brasil, han sufrido la irrupción en escena de líderes mandatarios populistas que vienen con una suerte de desdén y muchos prejuicios hacia la verdad histórica de sus países, quieren imponer un relato que no es el verdadero para así favorecer a determinados intereses, sobre todo comerciales o materiales, y arrasar con los reclamos que hay, reclamos que son el resultado de que no ha habido un día de juicio honesto, por ejemplo en nuestra querida España hasta hoy en día, 80 años después de la guerra civil española, de poner bien el asunto porque en la paz que hubo en España fue la paz de los vencedores, obligaron a los demás a callar y todavía, casi un siglo después, ese país está plagado de fantasmas”.
Las explosiones por venir
Es entonces cómo los reclamos sociales que desde el año pasado se han venido viviendo y que pese a la pandemia y el confinamiento siguen brotando como resultado de las injusticias, “porque vivimos en sociedades muy desiguales en donde el Estado de Derecho no ha cuajado, hay mucha injusticia, esto no es una declaración política es una observación fáctica, así lo notamos, incluye los términos si antes siempre había una tendencia de obviar o reservar un espacio privilegiado para EEUU ya no, en épocas de Trump vemos que ese país tiene tantas flaquezas. Estamos en una en una época algo surreal, en donde todo esto está ocurriendo delante de nuestros ojos, pero en donde tenemos muchas advertencias de explosiones por venir, no tienen que ser insurrecciones, no tienen que ser alzamientos armados, pero son los reclamos en muchos casos justos de grandes porcentajes de la población y sobre todo de las juventudes que anhelan, añoran y reclaman un futuro mejor de los que están ocupando el poder les están ofreciendo”.
- Publicado en Noticias
Cine colombiano: una mirada desde la dirección de fotografía
Sofía Oggioni, bióloga y directora de fotografía estuvo en Cinexcusa para hablar de las posibilidades estéticas de la luz. La charla estuvo a cargo de Diego Rojas, crítico de cine y padrino intelectual del Festival.
Por María Jimena Bello-Martínez
Sofía Oggioni es de origen libanés, hija de inmigrantes eres oriunda de Cali. Ha participado en la producción de El vuelco del cangrejo, (2010); La sirga (2012); Los hongos (2014); Niña errante (2018); y fue asistente de fotografía en El rey (2004) y en La historia del baúl rosado (2005).
Como directora de fotografía y de cámara, Sofía es artista de la luz “al principio yo me sentía como una pintora frustrada, quería el talento que tienen los pintores para hacer esas obras de arte tan bonitas. Pero luego descubrí que con la cámara se dan pinceladas bien sean sutiles, dramáticas, bruscas o suaves. La luz es un elemento con el que tú puedes pintar, es mezcla entre la ciencia y el arte porque tu materia prima simplemente son ondas de luz”, Sofía.
Relación con la cámara
“La cámara es una forma de escribir es la última escritura que se hace del guion. Es saber qué se deja por fuera, qué es bueno, qué es muy bonito o no; y además adicionaría que también uno tiene es un pequeño papel de psicólogo porque debe entender cómo tu director quiere ver su historia”, Oggioni.
La selva mexicana
El último trabajo de Sofía es un largometraje mexicano en coproducción con Colombia La selva trágica (2020) de Yulene Olaizola que pasó por el Festival de Venecia.
Al respecto, Diego Rojas señaló que “en México en selva es un equivalente a nuestra Vorágine, vemos a Sofía en unos aditamentos construidos a partir de Juncos, bejucos y guaduas para apoyar sus cámaras; realmente en toda una expedición”
Pero Sofía le quita romanticismo a la escena descrita por Diego: “Este rodaje realmente no fue así salvaje; de alguna manera incluso en el Amazonas hay más peligro. Aunque selva maya muy agresiva contamos con la ayuda de los locales. Ellos atrapan las serpientes y se las llevaban, cortaban las plantas urticarias para que nadie se hiciera daño. También teníamos comodidades como baños, buena comida”.
Lo fílmico, lo digital
“Creo que cuando empezó el cine digital, si eran mejor los tiempos pasados porque las cámaras eran muy limitadas. Tuve una experiencia en un rodaje con Rubén Mendoza en La Niña Errante. Estaba haciendo tanto calor que pusimos un pequeño ventilador detrás de la cámara como para evitar que se fuera a recalentar. Yo empecé a rodar y se nos olvidó apagar el ventilador, era un exterior. Luego todo quedó en silencio y yo empecé a oír este motorcito similar al ruido de una cámara de cine. Hasta sentí un poquito del olor químico del negativo cuando cierras la cámara. Hice flashback”, contó Sofía.
La memora fílmica
“La memoria es efímera en algún momento se borra. Esculturas de hace miles y miles de años han desaparecido por deterioro, por el fuego o las catástrofes. Nosotros no vamos a durar para siempre, un rollo, un archivo digital tampoco”.
- Publicado en Noticias
El jazz: la lucha melódica
El invitado extranjero Lionel Forzati estuvo en la versión 15o del Cinexcusa para hablar de jazz y las luchas sociales. El investigador y melómano se considera un hombre incompleto por culpa de su frustración para ejecutar el jazz.
Por María Jimena Bello-Martínez
Lionel Forzati tiene formación en Literatura Española y Latinoamericana. Su labor académica está enfocada en la investigación de la identidad en el jazz y la negación de lo afro en las auto-representaciones de los músicos.
Cabe recordar que en 1917 se realizó la primera grabación de jazz Livery Stable Blues en Nueva Orleans, desde entonces, en “las notas del jazz suenan en el conflicto de clases y lo masivo siempre ha querido silenciar estas condiciones; sin embargo, el jazz se tornó solidario con el movimiento obrero y en contra de la segregación racial. Trompones y saxofones acompañaban las protestas”. Dijo Lionel.
De lo popular a lo masivo
Con palabras precisas Forzati tocó este tema. “De los algodonarios hasta los clubes, el jazz fue la música rebelde que resistió a las condiciones comerciales. En los puestos de trabajo miles jornaleros no podían estar a salvo del profundo y melancólico recuerdo de la música a africana”.
Además, Lionel Forzati le dijo a su público que “en las horas de trabajo, el jazz servía para dar sentido a las luchas y las resistencias, Asimismo, ante la explotación laboral, muchos afroamericanos buscaron refugio en el cristianismo, y entonces, ya no solo se cantaba en el trabajo sino en los lugares religiosos. Fue el tiempo del Spirituals”
Por otro lado, “la fusión entre cantos, spirituals, baladas y formas de presión popular, y también de la presencia del inmigrante europeo se dio forma al Ragtime, que se bailaba para mofarse de los amos”, Forzati.
Salones de jazz
Eran días de Bebop Jazz o jazz tradicional. A mediados de los años 20, el Cotton Club era conocido por expresar el racismo, pues “tenían músicos negros y blancos pero le negaban la entrada al público negro” señaló Forzati.
Luego en los años 30, The Savoy Ballroom permitía la entrada de públicos de todas las razas. Forzati recordó que “el jazz es un género complejo y completamente único igual que su trasformación desde las primeras décadas donde estuvo relegado de las tabernas y burdeles. También surgen las preferencias del público por las armonías y los ritmos menos aptos para bailar”.
Segunda guerra mundial
“La guerra sepultó a las grandes orquestas, aumentaron los impuestos a los salones de baile durante el conflicto y se hizo imposible el pago de los músicos. Contradictoriamente, la música hecha por negros y, también por blancos, solo rendía ganancias a los blancos. En la producción de la música al servicio de las luchas se omiten unos (los negros) y se divulgan otros (los blancos)” Forzati.
Free Jazz
En el tiempo de los asesinatos de Martin Luther King o MALCOM X surgió una actitud crítica contra el sistema del Tío Sam. “Vemos a Louis Armstrong en un concierto gritándole al gobierno —pueden irse al infierno—. El asesinato de George Floyd también ha generado una transformación en las artes y en la vida misma de los días actuales. Morirse no es lo mismo que decir —lo mataron—” señalo Forzati.
- Publicado en Noticias
Héctor Abad Faciolince: la memoria persistente
Escuchar a Héctor Abad Faciolince, es escuchar a la permanente persistencia de la memoria, a un hijo que amó tanto a su padre que dedicó un libro para relatar la vida de este desde sus ojos. En una conversación íntima con Winston Manrique, Héctor Abad habla de su visión sobre la vida, de la vida de su padre y de la vida misma.
Por Gustavo Patiño
La peste perpetua
Cuando fue abordado sobre su novela ‘Lo que fue presente’, Abad Faciolince habló sobre la epidemia de la violencia en Colombia: “en esa novela se dice que afuera en la ciudad está la peste, en ese momento que hace encerrar a las personas en sus casas, en el espacio íntimo, es la peste de la violencia y mi papá veía la violencia y la violencia en Colombia como un tema epidemiológico, por eso los protagonistas de esta novela se encierran a vivir, a quererse, a tener sexo, a hablar del amor, a hablar de las cosas buenas de la vida, mientras afuera impera y empeora la peste de la violencia, que nos llevó en Medellín en los años 80 y 90 a mucho encierro, un encierro de miedo el encierro de protección”.
Sin embargo, y aunque ahora vivimos en medio de una epidemia por el Covid, esa epidemia de la violencia no ha cesado, “también tenemos ahora de nuevo un recrudecimiento de la violencia, asesinato de los estudiantes que protestan porque la policía es muy violenta en Bogotá, disparos directos de la policía hacia los manifestantes, muchachos que se caen muertos, asesinados entonces a la peste del Covid se une en nuestra vieja peste de la violencia”.
‘Toca salir y gritar’
Esa epidemia de la violencia que ha persistido en nuestro país hace que, por más que el escritor quiera desconectarse y refugiarse en la cultura y la literatura, salga y de un grito, “eso me llevó también hace una semana o dos a escribir como muy desengañado sobre Colombia definiéndola mala morada del mundo. Yo no quisiera hablar de la violencia no quisiera hablar de política no quisiera hablar casi nunca de la actualidad a mí me gustaría mucho más tener una columna cultural literaria, pero a veces aquí la realidad colombiana te da unos guarapazos en la cabeza con bates y dices no puedo no decir algo, no puedo quedarme callado, que te toca salir y por lo menos pegar un grito y decir no puede ser que este país caiga en sus mismas enfermedades”.
La Realidad me dio la historia más dura
Héctor Abad reconoce que desde siempre quiso ser escritor y, gracias a lo enseñado por su madre, fue siempre muy persistente en ello, pero fue la realidad la que le dio la historia más dura, la de su padre, la que más lectores le dio, un documental y ahora una película, “a pesar de muchos fracasos y de muchos golpes he seguido haciendo lo mismo, he sido fiel a una obsesión por la edición, contar historias, encontrar en la realidad historias que valgan la pena, que se cuenten después, pero la realidad me dio la historia más dura que es la del asesinato de mi papá, yo hubiera preferido que la realidad no me diera nunca esa historia, de hecho durante 20 años solo fui capaz ver esa historia como una fábula o como una leyenda, pero después fue el libro que más lectores me dio y que luego me dio un documental con mi hija y ahora llega la película”.
Igualmente, el audiolibro se le convirtió en un volver a repasar esa historia, “lo que yo veía cuando era niño: cuatro hermanas mayores mi papá y mi mamá, un montón de viejas y mi papá de viaje, eso era yo, un niño que miraba atónito al señor y a las mujeres y esta es la imagen con que yo empiezo el libro y es por lo que era mi casa, a un montón de mujeres, había una monja, empleadas del servicio, había una que había sido niñera de mi mamá que era una viejita y mi papá que se iba de viaje muchas veces a Asia, a países lejanos a trabajar en la Organización Mundial de la Salud, en estos problemas ahora tan actuales. Entonces era ese ser entre un montón de faldas, animado, pero también atónito y apabullado por ese mujerío maravilloso que me enseñaron a hablar ya escribir y yo cuando yo escribo trato de escribir como hablan mis hermanas”.
- Publicado en Noticias
Trolls: la culpa no es del chancho, sino del que lo alimenta
¿Qué tienen qué ver las redes sociales en la polarización? Lucas Malaspina expuso al Cinexcusa, a partir de la película polaca The Hater y desde un análisis como consultor en comunicación política, cómo la vida virtual al ser una extensión de la vida física, influye en la política.
Por Gustavo Patiño
The Hater, como lo afirma Malaspina, logra poner de relieve la discusión sobre la fe y la manipulación de la opinión pública a partir de los ‘boots’ y los ‘trolls’ o perfiles falsos en las redes sociales, “pone de relieve un poco cómo funcionan algunas de estas máquinas de generación de odio en las redes sociales”.
“El odio y la apropiación de mensajes de odio en la búsqueda sistemática de la desacreditación de la imagen de organizaciones, es algo que no es exclusivo de la política y aunque The Hater no lo trata específicamente, esto es una primera observación relevante que me parece para poder entender un poco de qué va este este nuevo cuadro tóxico que observamos hace ya varios años”, afirma el consultor en comunicaciones argentino.
Malaspina niega que la manipulación de la población a partir de mensajes de odio y falsos sea algo que haya surgido con las redes sociales, “eso es algo muy importante para tener presente porque detrás de lo que tiene que ver con esta discusión sobre el rol de las redes sociales en la opinión pública y su conexión con la manipulación de las noticias falsas, etc. hay también intereses de otros lados que son significativos y que no podemos desatender”.
Ya existía
Según Lucas Malaspina, es un tipo de operación mediática que data de hace mucho tiempo, “para tomar un ejemplo histórico podemos recordar los cobros en la Rusia zarista que fueron impulsados a partir de un mensaje creado artificiosamente, un llamado protocolo de los sabios que buscaba hacer creer a los habitantes de Rusia que los judíos querían perjudicar los intereses de los nativos”.
Lo que sucede con las redes sociales, es que éstas tienen una capacidad mucho más alta en la propagación de este tipo de mensajes de manipulación y han minado el poder de los medios de comunicación tradicionales para incidir en la población, “los medios de comunicación ya lo estaban haciendo, solo que ahora se utilizan casos como el del Brexit o la elección de Trump, donde se ha denunciado fuertemente la responsabilidad de las redes sociales en la polarización de la sociedad a partir de las fake news y el uso que Cambridge Analitycs realizó de ellas para segmentar a la población a través del Big Data y, de esta manera, generar la polarización que le permitiera a Trump ganar las elecciones contra Hilary. Entonces no podemos más que sorprendernos cuando los medios de comunicación tradicionales, que son los que siempre han hecho este tipo de campañas, sean los que denuncian esto”.
Ecosistemas polarizadores
En cuanto a los trolls, Malaspina señala que ya todos los usuarios de las redes sociales hemos sabido identificar los perfiles falsos cuando realizan comentarios negativos y reconoce que hay momentos en los que nosotros mismos nos convertimos en trolls, lo que tiene importancia según el profesional de las comunicaciones es cómo estos y las redes sociales son determinantes en la creación de ecosistemas que generan la polarización frente a un tema, campaña o personaje público, “uno no puede atribuirle la responsabilidad, al menos en nuestra visión, de la destrucción de la democracia, de la polarización política, que tiene causas mucho más profundas y que en realidad si uno asumiera de ciertas visiones que se desarrollan a partir de estos análisis que consideramos simplistas, estaríamos dejando de lado un montón de otras causas que son muy importantes justamente para quienes participan en los movimientos sociales, en las luchas sociales y que no pueden simplemente reducirlas a las redes. Diciéndolo de una manera coloquial: la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer. La culpa no es del troll, sino del que le da de comer”.
Nuestro sesgo cognitivo
La potencia de las fake news está, afirma Malaspina, en el sesgo cognitivo pues “los sesgos cognitivos son atajos mentales que evolutivamente han sido útiles porque nos han permitido tomar decisiones de forma más rápida, es decir llenamos el vacío de contenido en nuestra información completamos con prejuicios y con creencias previas para poder resolver cosas en nuestra vida cotidiana y en la medida en que el contenido poder que nos topamos confirma estas creencias previas llenamos ese vacío de información lo completamos con estos prejuicios y entonces nos vemos más motivados a compartirlo en las redes sociales producto de que además esto no genera la satisfacción de tener razón”, es por esto que las fake news deben apalancarse en una población muy robusta, con muchos prejuicios comunes.
Entonces, es aquí donde el ponente señala la importancia de que, quienes adelantan las luchas sociales tengan muy en cuenta cómo el marketing, porque es una forma de marketing, desarrolla estos ecosistemas, “los luchadores sociales deben tener en cuenta esto para que los mensajes no terminen diluyéndose, pues la comunicación es parte de la política, no son cosas separadas y por lo tanto se necesita realzar y volver a poner en primer lugar la cuestión del programa, es decir, el estudio de la correlación de fuerzas para el poder intentar desarrollar los objetivos que se propongan”.
- Publicado en Noticias
La película más importante es la vida de uno
Por: Juan Sebastián Arias Palomá.
El diálogo entre Augusto Bernal, crítico e historiador del cine, con el cineasta Rubén Mendoza, acota la desconexión del cine colombiano con la mayoría de sus espectadores. Aquel público que suma la crítica en sillón del anfiteatro. Pero qué apenas termina la función, es una película más en sus repertorios.
Rubén, un cineasta de artesanías
A veces el camino es al revés. Cuando has hecho muchas cosas, cine, en mi caso específico; la arcilla moldeada por años toma otras siluetas. Y ese es el mensaje para tener una vida plena. Ese molde con esa multiplicidad de siluetas al pasar de los años, consolida una personalidad y un estilo de vida. O por lo menos orienta para encontrar ese camino. Eso fue lo que yo hice a la hora de hacer progresivas mis películas con la influencia de mis vivencias.
Aunque ahora el cine es el culto al cuerpo, la vanidad y las grandes esferas del poder. Por ejemplo, una película puede desarrollar la vida de unos niños que se dedican a desenterrar bombas, conviviendo con la muerte y la barbarie a su alrededor. De momento, la gente se conmueve, hasta llora; pero apenas acaba la película, las personas expectantes salen de rumba a la discoteca más lujosa de la ciudad. No hay conciencia cinematográfica y mucho menos, coherencia en el día a día por más relatos que se ilustren en las salas de cine.
“El sabio podía conocer el mundo sin moverse de la casa”
Si detallamos el material cinematográfico de Mendoza, la violencia toma el papel protagonista de sus historias. Relatos como en la longevidad de la vida desea morir antes que seguir padeciendo el calvario de la violencia en los llanos; o el regreso de un anciano a su tierra natal, pero es perseguido tanto por las autoridades y la ilegalidad, son lamentos de vidas que no pueden tener un final en paz.
También, el problema de tierras que es el lunar más grande de nuestro país. Aunque siempre lo vemos de forma macro, las familias danza la violencia para quedarse con la mayoría cuando de herencia se trata. Incluso, las grandes urbes ya no están exentas de la trágica violencia que padecemos como colombianos. Y es allí, en los semáforos, donde podemos observar el talento de los que no tuvieron fortuna.
Puede ser que la breve amalgama de algunas películas de Rubén Mendoza cómo: Tierra en la Lengua, La Cerca, La sociedad del semáforo y Memorias del calavero; configuran un pleonasmo de que todos estamos marcados por nuestros antepasados y tenemos una misión individual y colectivamente vigente en este mundo por transformar.
Sin memoria no hay nada.
Lo anterior, avizora una forma de memoria muy representativa y determinante. Ya qué, un país convulsionado donde hierbe la sangre por cualquier discusión, la reflexión juega un papel determinante. Y es allí, donde el cine que improvisa la realidad porque la conoce a la perfección, promueve la esperanza. Esperanza de crear otras formas de vivir en Colombia.
- Publicado en Noticias
Ejecuciones extrajudiciales en el sur colombiano: una lucha por la verdad
Los ‘Falsos Positivos’ salieron a la luz en Colombia cuando se supo que jóvenes de Soacha habían sido asesinados por integrantes del Ejército y presentados como guerrilleros muertos en combate. El escándalo destapó un crimen de lesa humanidad ejecutado sistemáticamente por la fuerza pública. En el Huila el OBSURDH ya había denunciado esto.
Por Gustavo Patiño
“Hablar de la verdad implica hablar desde varias orillas, la verdad tiene muchas versiones. Sin embargo en el marco de trabajar por construir verdad nosotros buscamos que las voces de las víctimas sean escuchadas, porque nos hemos enseñado a escuchar la verdad desde las versiones de las instituciones oficiales, pero no escuchamos las otras verdades de lo que le ocurre. Nuestra lucha ha sido darle voz a quien nunca se ha escuchado”, señala Andrea Jiménez, Coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos del Huila.
En esa lucha por la verdad OBSURDH lleva más de una década. Como resultado publicó un informe presentado en el marco de la semana por la paz donde señala que fueron 255 personas las que fueron asesinadas bajo esta modalidad. El sociólogo Oscar Prieto señala que el modus operandi en Huila y Caquetá fue el de “jóvenes de barrios populares y zonas campesinas, donde se escogen previamente para garantizar que sus denuncias sean poco conocidas, que la búsqueda por parte de sus familiares no sea efectiva, no tengan una representación jurídica eficiente, que los medios de comunicación no le van a dar voz, entonces hay una predeterminación de quienes son las víctimas en el territorio sur colombiano”.
Según Prieto, las características en Huila y Caquetá fueron dos:
- En muchas zonas donde no existía una presencia frecuente de acciones bélicas se cometieron este tipo de hechos para poder mostrar resultados. Pero como no había una presencia de actores armados significativa que pudiera ser sustentable dentro de un proceso de investigación, así sea controlado desde justicia penal militar. Entonces se asociaban en el ámbito de la opinión pública regional con bandas delincuenciales o con estructuras de delincuencia común, que no responde al patrón nacional de los falsos positivos.
- Particularmente, en estos dos departamentos se identificó que hubo víctimas mujeres y menores de edad, que mostraban que en el afán de desarrollar este crimen de lesa humanidad, se podía encontrar la víctima en cualquier lugar, no había una diversidad más allá de un carácter de identificar a aquella persona como alguien que no iba a ser buscada por la sociedad en su conjunto, representada en sectores políticos o económicos dominantes, que no iban a reclamar por su vida. Ese se convertía en el principal elemento de identificación de ellos.
“Nosotros identificamos que es una práctica desde los 80 en el departamento cuando fueron cuando asesinados miembros de la Unión Patriótica, inclusive algunos que estaban ya inscritos como candidatos, como un caso donde él y su esposa fueron asesinados, él era candidato a la alcaldía de Pitalito y tenía una vida civil reconocida, era comerciante y como si nada fueron presentados como guerrilleros muertos en combate y eso fue en el año 87”, asegura Oscar Prieto.
Y los ejercicios de memoria y resistencia en la construcción de la verdad han tenido ataques que han tratado de impedir que la sociedad huilense conozca, por ejemplo, cuántos fueron los ‘Falsos Positivos’ ejecutados en el Huila pues, luego de pintar un mural en la Carrera Segunda entre Calle 21 y Av La Toma, este fue borrado con pintura blanca de aceite, “los rostros de los militares fueron completamente borrados al parecer fueron rastrillados con cepillos de puntilla con la intencionalidad por supuesto que no quedará rastro de los rostros de los militares y el muro fue nuevamente pintado pero con pintura de aceite es decir quienes borraron este mural lo hicieron con la intencionalidad de que quedaran totalmente borrados”, agrega Andrea.
Los esfuerzos siguen por parte de la sociedad civil y las organizaciones de Derechos Humanos en la construcción de la verdad, “nosotros identificamos esa verdad, ese derecho fundamental, como una mesa, que además debe ser construida entre todos para que pueda reparar, dignificar y dar un tránsito de la guerra a la paz o hacia ámbitos más democráticos para el trámite y la gestión de los conflictos”, apunta Prieto.
- Publicado en Noticias
Deseo maternal, selva y furia en el Pacífico
La Perra es una novela que revela el sexo como tedio, como obligación, como acto predeterminado que extirpa el placer y busca la mera reproducción. Juan Carlos Garay, periodista cultural, acompañó este viaje al pacífico, al universo femenino y creativo de la novela de Pilar Quintana.
Por María Jimena Bello-Martínez
La Perra se publicó en el año 2017 y, un año después, ganó el premio de Biblioteca Narrativa Colombiana. Además, cuenta con varias ediciones y una traducción al inglés bajo el título The Bitch que está nominada a National Book Award for Translated Literature 2020.
Una conversación entre escritores, donde Juan Carlos Garay y el público virtual del Cinexcusa descubren que la palabra Bitch no es un insulto cotidiano hacia la mujer en los países de habla inglesa sino un término de la ciencia veterinaria para designar las hembras caninas.
El paisaje como lugar violento
Pilar Quinta vivó en Huanchaco entre sus 30 y 39 años de edad, cerca de un acantilado que estaba separado del pueblo por un estero. También estaba próxima a la selva. “Mi vida la regía la marea; si estaba alta yo tenía que pasar nadando o en una lancha hasta el pueblo. Era una odisea cuando tenía que irme a un evento porque no podía pasar nadando pues estaba vestida para la ocasión. Me sucedía lo mismo que Damaris, protagonista de la novela”.
La selva es violenta. Allí no hay silencio. Es una metáfora que Pilar describe como “algo similar a la violencia del estado respecto a la vida el pueblo, donde Damaris es una mujer que siempre ha sido despojada de todos los privilegios y oportunidades”.
Además, Pilar afirma que “una mujer puede ser buena, pero al final surge esa violencia, algo comparado el mar y la selva. Una cosa es pasar un fin de semana en la selva y otra es vivir en la selva. Vos tienes que sacar cierta violencia para vivir en la selva y tener esa violencia a raya para intentar armonizar la violencia natural con la violencia interna. Todos somos habitantes de la naturaleza, pero lo que sucede es que desde la ciudad nos sentimos separados de la naturaleza
Los personajes
Se puede decir que la perra es personaje central. Garay indagó sobre cómo Pilar había logrado transmitir las emociones de la perra. “Me gusta mucho la obra de Jack London ¿cómo encender una hoguera?, que es la historia de un hombre y un perro en Alaska, donde el hombre muere y el perro sobrevive. También Robert McKee en su libro El Guion me enseñó que si puedes solucionar algo sin diàlogo mejor”.
Damaris deseaba ser madre, entonces Chirli, la perra, llega para ocupar el regazo de una mujer sin opciones que vive en un lugar aislado. “Damaris es todas las mujeres de Huanchaco, soy yo misma, somos todas las mujeres”.
Respecto a Rogelio, maltratador de animales y esposo de Damaris, Pilar cuenta una anécdota puntual. “Tuve un club de lectura con mujeres señoras como de 60 o 70 años y todas decían que la novela retrata el tema del matrimonio. Es que uno a veces odia a ese señor. Siempre hay acercamientos y alejamientos de la pareja”
La Maternidad tardía y las frustraciones
“Yo era una hippie de Cali bien que había dejado todo para irse a vivir al Pacifico. Una mujer como yo puede tener oportunidades y si quiere tener un hijo era solo cuestión de someterse a exámenes e indagar sobre la infertilidad, hacerse u tratamiento o adoptar. Estas acciones son imposibles para una mujer afrodescendiente. Significa que estamos hablando de una exclusión tremendamente violenta”.
A Pilar le impresionó mucho lo que el deseo frustrado de la maternidad hacía en sus amigas “ver cómo esa frustración modificada su personaldiad, cómo una persona que era alegre se volvió triste. Era tanto que una de nosotras quedaba embarazada y otra decía yo no voy a conocer el bebé. Quedé embarazada a mis 42 años y para Además yo era la amiga que nunca quiso tener hijos y, de repente, me dio la ventolera ya vieja y pude quedar embarazada. Le conté a mi amiga. Ella me dijo —estoy feliz, pero tengo que colgar porque tengo que llorar —. Luego ella adoptó una perra. Ahí se configuró la novela”
El sexo como obligación
Juan Carlos Garay mencionó el verbo encargar. Pilar respondió con el verbo buscar. Son los verbos que convierten el sexo en algo distinto, en una carga. “Cuando mis amigas estaban en su proyecto de quedar embazadas me decían —extraño tirar con libertad, sin horarios, sin que sea una obligación—”.
- Publicado en Noticias
“El cine es una estética de la insurgencia”
Augusto Bernal y Diego Rojas, la icónica dupla de críticos de cine colombiano y padrinos del Cinexcusa, hablaron sobre lucha social y cine.
Por María Jimena Bello-Martínez
“Cámara y evento. Desde su invención el cine parece destinado a ser la historia visible. Ha hecho posible retratar el pasado y significar el presente. Hemos visto a Napoleón montando a caballo y a Lenin en el tren. El cine ha sido posible porque existe la historia. Casi imperceptiblemente, como avanzando en una cinta mediática, se ha dado vuelta de cara, miramos y pensamos, si el cine ha sido posible entonces la historia también es posible”.
Fragmento de la voz en off, de la película “Videogramas de una revolución”
de Harun Farocki llamado
Diego Rojas abrió la charla con esta este fragmento, traducido y citado por Luisa Fernanda Ordoñez, historiadora en su artículo Filmografía y bibliografía. Coordenadas de aproximación a las relaciones entre cine e historia política colombiana, de Cuaderno Cine colombiano No. 23. Esta película de Farocki retrata la caída del régimen comunista en Rumania en 1989-, Nicolae Ceaușescu.
En el mundo hay múltiples cineastas que se han dedican a capturar con sus cámaras el sentido político y social de la realidad. Augusto Bernal dice que “esta cita es hermosa, contemporánea y diciente porque nos recuerda que el cine es una actitud política, entrenamiento y una forma de pensar; y la cámara una herramienta de lucha. El cine es una estética de la insurgencia”.
Francia
Frantz Fanon, filósofo y psiquiatra y autor de “Los condenados de la tierra” dijo “todo espectador es un cobarde o un traidor” texto que fue citado en la obra fílmica documental “La hora de los hornos” a finales de los sesenta y que da pie al nuevo cine latino que confrontaba los visones de los espectadores. “Siempre hemos sido traidores para convertirnos en elegantes cobardes”, Augusto Bernal. Esto significa que los actos o luchas están antes o después el cine.
Argentina
Cabe recordar el rol del cine durante el peronismo, donde Jorge Ricardo Preloran hace sus denuncias a través el Cine documental etnobiográfico. Entre 1954 y 1994 grabó alrededor de sesenta trabajos que abarcan de diversas maneras e abordar la realidad argentina. “El Gaucho Corriento” (1963); “El Gaucho de las Pampas” (1963), “The Gaucho of Salta” (1963) son alguan son algunas de sus reconocidas películas documentales.
Venezuela
En Mérida, Venezuela en el año 1968 se reunieron realizadores de varios países para considerar un movimiento nuevo de cine latinoamericano. Lenin dijo que “de todas las artes para nosotros, la más importante es el cine”. Aquí surgen entonces el festival de Mérida, el Festival de Viña del Mar, donde destacaba el cine militante, frontalmente político y transformador de la realidad.
En este contexto se habló de tres tipos de cine: El primer cine que es el que se hace en Hollywood; segundo cine que es de autor, algo más personal; y un tercer cine que promulga una cuestión militante, insurgente, del pueblo.
Uruguay
En 1958 un colectivo construyó la base de la cinemateca uruguaya SODRE. Renate Costa Perdomo, quien a sus 39 años falleció en Francia a mediados del 2020, en su documental se “Cuchillo de palo” cuenta la historia de un tío homosexual que es asesinado durante la eterna dictadura de Juan María Bordaberry Arocena. Ella revisa la historia de paraguaya e interpela a su padre por actitud cómplice con la dictadura.
Colombia
“El cien debe ser la vocería del pueblo para provocar un cambio social”, Bernal. En Colombia en el marco de la década de los setenta, se da una lucha entre el cine comercial y el cine que pretendía cambiar el estado de las cosas. Fue entonces, Carlos Álvarez, reconocido por su trabajo documental, propuso n manifiesto donde expone que el cine documental debía ser corto, hecho en súper 8 o dispositivos pequeños para un cine más urgente de acuerdo con las necesidades de las personas. “Hoy, gracias a los celulares esto debería cobrar sentido social” finaliza Bernal.
Biblioteca
Para descargar el Cuaderno Cine Colombiano No. 23 referenciado por Diego Rojas puede ir a los siguientes enlaces https://cutt.ly/PgxOSVB https://cutt.ly/egxOGDr
- Publicado en Noticias
Filosofía y lucha social
Nicolás Segal, economista profesor de la Universidad de Buenos Aires expandió su individualidad corpórea desde la distancia para invitar a una reflexión en la inmersión o desfachatez para indagar conceptos filosóficos que ayudan a entender las luchas sociales.
Por María Jimena Bello-Martínez
Nicolás expuso unas nociones muy concretas para entender las luchas sociales. El termino luchas genera inquietudes en Nicolás, pues es usado parece referirse unas luchas particulares que le hacen frente a la economía o la política. Sin embargo, Segal invita a desglosar de manera práctica los conceptos para entender mejor las bases filosóficas.
Cuerpos, palabras y acontecimientos
Cabe recordar que lo político y económico son los cuadriculadores que distribuye la posición de individuos en la cuadricula. “Las luchas ignoran la cuadricula, los lugares y los cuerpos. Alterando lo que esta atribuido como el buen sentido y, de este modo, espera nuevas posibilidades, redistribuye y reasigna posiciones, saberes y sentidos y el orden de lo posible”.
En cuanto a los cuerpos, palabras y acontecimientos, Nicolás enfatiza que “El acontecimiento recorre los cuerpos y las palabras, con lo expresado y la expresión. Los acontecimientos están entre las palabras y cuerpo”. Para Segal, en la producción de acontecimientos cabe la posibilidad de individuarnos y crear cuerpos más potentes. “El pueblo o colectivo se constituye en relación a las individualidades. Yo no soy lo que soy si no me concibo como parte de un colectivo y, a su, vez ese colectivo no tiene existencia sin la previa de quienes lo conforma. EL acontecer nos define como individuos, nos individua; esto es también hacer la relación con otros. Las luchas son el acontecer de los cuerpos”.
Filosofía para dummies
Spinoza se refiere a lo popular cuando hay cuerpos individuales que se extienden en cuerpos colectivos. “Una persona a su vez puede componerse en cuerpos más amplios. Cuanto más abiertos son esos cuerpos la experiencia del mundo, más superficie de contacto con otros cuerpos, más complejos hay más posibilidades de adquirir conocimiento. Nadie puede decir o saber lo que puede hacer un cuerpo. No estamos a nivel definir qué puede y que no puede hacer un individuo, grupo o pueblo” reflexiona Nicolás.
Además, con esto, Nicolás quiso decir que las luchas sociales definidas tienen una capacidad de reforma de llegar hasta “acá”, pero esto no es algo tendencial pues “los cuerpos pueden pasar esas cuadriculas o narrativas y unirse con otros cuerpos para crea potencia”.
Por otro lado, Foucault, en los años setenta, durante el auge iniciático neoliberal, visualizó en sus efectos era de largo plazo, donde las ideas e instituciones estaban enfocadas en la generación de riqueza. “El neoliberalismo fue un proyecto de reforma social con una base económica que tiene intervenciones y regulaciones financieras, trabajo, comercio internacional y lógicas de privatización para preconcebir una determinada figura de lo social” señaló Nicolás.
Adam Smith, con el liberalismo clásico, hablaba de la división del trabajo y la visión cooperativa en la todos cooperaban para producir un mejor resultado social, y donde la pobreza es una falla de los mecanismos de cooperación. En el neoliberalismo, los individuos no cooperan, sino que compiten de manera individual. “La pobreza aquí no es una falla en los organismos cooperativos sino una falla en el proceso de adaptación. Lo individual es lo supremo y cada ámbito de las necesidades, ya sea de vivienda, educación, salud está superpuesta a un modelo mercantil, donde la regla es la competencia”, puntualizó Senegal.
- Publicado en Noticias